“Que lo quemen, que no lo sepulten a ese hdp”, grita, lamenta y maldice Hilda. Ni bien bajó del colectivo, por su salud y cuidado médico, la madre de Romilda recibió la noticia retaceada. “Dios mío, me dejó sin mi hija y sin mis nietos”, relató desconsolada a EL LIBERAL.
La mujer busca una respuesta y solo encuentra desolación y la nada. Un escenario tétrico, con su hija y sus dos nietos masacrados en el interior de la vivienda. “Déjenme entrar. Quiero despedirme de ellos”, implora a los policías. Es tanta su amargura que tropieza y se cae en la tierra. Hilda no responde a tiempo, ni espacio. “No tengo consuelo. Si me avisaban en Santiago, le juro me tiraba bajo un auto”, añade al enviado.
Cuando puede, desgrana su pesadilla: “El tipo quiso matar a mi nieto, al que no quería porque no era su hijo, y le dije a mi hija: Este no es hombre para vos, separate”. Sin embargo, Romilda siguió a su lado. “Ella andaba muy mal. Él no la golpeaba, pero la dejaba sola y todos debíamos colaborar”, subraya.
Hilda amplía: “Yo adoraba a mis nietitos. Ella quería una cartuchera para sus lápices de colores. Él, una mochilita. Estaba tan ansioso por empezar su jardín. Le dije que hasta podríamos ir a Buenos Aires, de paseo, como broma”, manifestó la abuela.
“Vea, mis nietos eran la luz de mis ojos. Tengo, tenía, 5 hijos. Esos chiquitos eran muy queridos. Les faltaba todo, pero en nosotros, recibían más que todo”, complementa.
Pesares visibles
De Hilda se sabe también que los pesares de Romilda eran harto conocidos en el barrio. “Un vecino la ayudó con un crédito creo para chapas. Hasta hace 3 o 4 meses no tenía heladera. Sacó una y ella pagaba creo la tercera cuota. Eso que tenía no puede llamarse baño”, enumera la mujer.
La nota termina abruptamente, ya que Hilda corre hacia la casa de Romilda. Los forenses y las fiscales dan luz verde para el traslado de los tres cuerpos. “Por favor, no se los lleven. Que se queden conmigo para velarlos y mañana (por hoy) sepultarlos”, implora.
La abuela no sabe de autopsias, ni de tareas investigativas. Solo es ella y un dolor carcomiéndole hasta el alma. Su grito se asemeja ya a afonía. Dos hijos intentan consolarla, pero también reconocen que ese sufrimiento la habilita a pedir, reclamar y quizá… rogar.
Aquella estampa de madre y abuela huérfana, cerca de las 15.30, es contemplada por más de 60 vecinos. Ninguno ensaya palabra alguna. El llanto de la mujer y de sus hijos sacude la modorra y conmueve hasta al más frío de los policías.
Unos, estructurados en su cometido de trabajar, hacer pericias, y mantener a raya a extraños, tal cual lo dispone en rigor de la Ley. Enfrente, los otros, resueltos en tomar contacto con el escenario devenido en cruel cementerio de tres almas inocentes. Éstas se acostaron a las 23 del martes. De madrugada, en la oscuridad, “Cacho” segó sus vidas sin piedad y después, cerró el círculo de sangre y barbarie, tomando también la propia.
Cuatro autopsias: el victimario y las víctimas, en el mismo vehículo
Los forenses del Poder Judicial realizarán hoy la autopsia a los cuatro cuerpos, quienes fueron trasladados anoche en la misma Unidad Morguera.
Entre las 8 de la mañana y casi las 22, trabajaron en los dos escenarios (Weisburd y Lote 14) casi 40 efectivos: División Investigaciones de Quimilí, División Robos y Hurtos, policías del Destacamento de Weisburd, Criminalística de Quimilí, Homicidios de La Banda, Policía Científica y las dos fiscales que arribaron después de las 12.
Primero, la tarea se situó en la casa del horror, hasta las 15.30, distante casi 250 kilómetros de la ciudad Capital. Después, todos los funcionarios recorrieron los 24 kilómetros hasta arribar al “Lote 14”, a la vera de un canal y tras superar caminos y huellas pronunciadas por una reciente lluvia. La geografía se caracteriza por contadas casitas y campos con sembradíos de maíz y soja.
Allí, literalmente los esperaba el femicida muerto, entre la puerta del conductor y la tierra. La comisión policial que previno temprano quedó a preservar la escena, léase ni siquiera a tocar al cuerpo que recibió altas temperaturas, cercanas a los 40 grados.
Los forenses cumplieron el mismo procedimiento que en el Bº El Fortín, de Weisburd. Tomaron fotografías y otras pericias, cuyas conclusiones le serán enviadas próximamente al cuerpo de fiscales.
Aunque suene un contrasentido, será una investigación breve que no arribará a estación alguna. ¿Por qué? El responsable se quitó la vida y, por ende, la causa tendrá un cierre penal inmediato y sin preso.

Apostillas-apostillas-apostillas-apostillas
HISTORIA. En 1898 arribó al pueblo Israel Benjamín Weisburd, cuyo apellido dio vida al distrito. Era contratista de una firma forestal. Construyó por su cuenta un ramal para el ferrocarril y terminó por montar una fábrica de tanino.
SOLIDARIDAD. Los vecinos iniciaron ayer una campaña para ayudar a la familia Corbalán. Antes, los organismos de la Provincia se comunicaron con la comisión municipal y pusieron a disposición de la familia féretros y el servicio para las tres víctimas.
REDES SOCIALES. La triple tragedia de los Corbalán alteró la rutina de jóvenes y adultos. No hubo un celular o sitio en Facebook que no lamentara la muerte de la madre y sus dos hijos.
ANÁLISIS. Los forenses hoy podrían establecer cómo fue la mecánica de muerte de los niños. Hay una corriente que la atribuye al gas. Otra sostiene que fueron asfixiados con una almohada.
PROBLEMA EXTRA. Los dueños de la escopeta y del automóvil que utilizó “Cacho” serán citados hoy a la policía. Las fiscales ordenaron ayer el secuestro de todos los elementos. Ello, dentro de una causa que no por contundente dejara de movilizar a policías o instructores.
SEPULTURA. Los familiares de las víctimas proyectaban ayer el sepelio en el cementerio local. Sin embargo, los funcionarios deslizaron que las autopsias concluirían después del mediodía. Luego, otra Unidad Morguera deberá trasladar los cuerpos hasta Weisburd, Moreno. Las estimaciones eran que los cuerpos serían entregados casi a las 17 o 18. De ser así, no habría casi nada de tiempo para tributarles el último adiós.
PERICIAS. La casa de Romilda permanecerá cerrada, hasta tanto dispongan lo contrario las fiscales. Con enormes fajas, la Justicia estableció que nadie puede abrirla, ya que no se descarta un nuevo procedimiento en la semana venidera.
CRIMINALÍSTICA. Los expertos de la policía tomaron fotografías y proyecciones dentro de la casa, basamento para que las fiscales elaboren hipótesis de la tragedia. funcionarios de la ciudad capital trabajaron coordinados con sus pares de Quimilí, Moreno.
RETORNO. Un funcionario adelantó al cierre de esta edición que podría realizarse hoy un nuevo procedimiento en Weisburd, o en “El Lote 14”. Estimó que en el segundo escenario la falta de luz natural limitó la labor de los profesionales de la policía.