“Este el primer día de mi nueva vida”, dijo el hombre con una inmensa sonrisa al diario cordobés La Voz. En la vereda de su casa de un barrio de Villa Dolores, recibe saludos y bocinazos de los vecinos. “Tengo más amigos que nunca”, bromea.
Eduardo tiene 58 años, tres hijas y tres nietos.Dice que va a buscar un salón para hacer una gran fiesta para todos sus amigos, “con orquesta y todo”, para celebrar el premio.
Trabaja desde hace años como ordenanza en la sede de los Tribunales de Villa Dolores. Lo primero que hizo en cuanto recibió la gran noticia fue gestionar una licencia sin goce de sueldo hasta fin de año. Y después “verá”.
En 2007, integró un grupo de 114 empleados municipales que fue despedido. Y un tiempo después consiguió su actual trabajo en el Poder Judicial.
Aunque oficialmente la boleta ganadora es una, Eduardo compartirá el premio con una compañera de trabajo, cuya identidad no trascendió, con quien jugó el afortunado ticket.
Para Eduardo fue imposible preservar su identidad porque un pariente, a los pocos minutos de darse a conocer la noticia, posteó su nombre en las redes sociales y el dato se viralizó.
¿No le preocupa que se muestre su foto? “No, ¿qué va a pasar? Si las cosas pasan aunque uno se cuide. Podés estar adentro de una casa y si te va a pasar, te pasa”, le dijo a Cadena 3. “Y acá nos conocemos todos, acá todo el mundo se conoce. No creo que me pase nada”, insistió.
