El Senado de Tennessee aprobó el proyecto por unanimidad y lo enviaron al gobernador Bill Lee para que lo revise antes de decidir si se convierte en Ley.
“Haremos todo lo que esté a nuestro alcance para responsabilizar a las personas que eligieron hacer daño”, expresó Mark Hall, el impulsor de la medida.
Quienes maten al volante deberán hacerse cargo de mantener a los hijos huérfanos para que tengan el nivel de vida al que estaban acostumbrados.
El proyecto se llama “Ley de Ethan, Hailey y Bentley” como homenaje a los hijos de Nicholas Galinger, un policía de 38 años que murió atropellado por un conductor alcoholizado.
