El presidente Mauricio Macri asumirá la presidencia del G20 por primera vez no solo para el país, sino para América del Sur. Esta semana finalmente se conocerá el logo y lema oficial del foro.
El poder del mundo dirá presente, dos días consecutivos, en la Argentina. Falta menos de un año para que la cumbre de jefes de Estado y Gobierno del Grupo de los 20 cruce en la ciudad de Buenos Aires a mandatarios como Donald Trump (EEUU) con Vladimir Putin (Rusia), Xi Jingping (China) y Emmanuel Macron (Francia), pero el Gobierno ya trabaja en la agenda de temas que darán forma a la famosa “Cumbre de Líderes”.
El puntapié inicial será un acto en el Centro Cultural Kirchner (CCK) este jueves a las 10 de la mañana, donde recibirá la titularidad de Alemania y el país se hará cargo por 365 días. “Es la top table del mundo, y en el G20, la presidencia define la agenda“, se entusiasmó Pedro Villagra Delgado, sherpa argentino del G20, en diálogo con Infobae y otros medios.
Antes de la cumbre más esperada en noviembre de 2018 -con fecha aún a definir-, habrá más de 50 reuniones en 10 ciudades argentinas y se delinearán tres prioridades clave, que Macri ampliará como parte del lanzamiento oficial del G20: el futuro del trabajo, la infraestructura del desarrollo y la seguridad alimentaria. De frente, en el auditorio La Ballena, estará el gabinete, diplomáticos, legisladores y gremialistas, como un “sello de calidad” en la búsqueda de consenso para el G20.
El rol de “amigable componedor”
La Argentina será durante el próximo año un interlocutor de privilegio, o como define Villagra, un “amigable componedor”. ¿Esto qué significa? Sin grandes conflictos estratégicos en la agenda global, el rol principal del país -y gran parte de la medida de su éxito- será acercar posiciones. El cambio climático es el desafío mayor, tras el retiro de EEUU del Acuerdo de París.
Pero no será el único tema. Salud, educación, transiciones energéticas, agricultura y empleo son otros lineamientos de un trabajo arduo que involucra a 20.000 personas en el mundo, con pinceladas de novedades como una perspectiva de género que atravesará a cada tema en 14 reuniones ministeriales, para alejarse de la figura de compartimento estanco.
Este foro de países que se reúne todos los años desde 1999 no solo plantea temas que atraviesan a todas las economías industrializadas –como la robotización en el empleo–, sino que habrá una continuidad de la agenda al medir si los objetivos de los documentos finales que se firman en cada cumbre se cumplieron o no en esta especie de “vocación a la eternidad”, donde para Villagra el “meollo” principal es lograr la estabilidad y gobernabilidad de la agenda financiera de los países.
Los recursos económicos para este megaencuentro ya están en parte asignados, luego de que una unidad transitoria de empresas (UTE) entre la alemana Messe Frankfurt y MCI ganara la licitación de 43 eventos del G20 por un total de $437 millones. “El precio incluye la organización integral de cada evento, desde la infraestructura hasta el catering y los intérpretes”, dijo Pilar Conci, coordinadora de Comunicación de la Unidad Técnica, aunque aclaró que la cumbre de líderes –la más desafiante en términos de seguridad– aún no está cotizada.