Momentos de mucho dolor se vivieron hoy por la tarde en el Cementerio Virgen de Paypaya de la Ciudad de Palpalá. Allí a las 16:30 llegó el Cortejo Fúnebre que traía los restos de quien en vida se llamara Martín Luna, este querido vecino de la Calle Márquez del Campero del Barrio 23 de Agosto.
Don Martín después de 83 años de estar en este mundo, decidió partir hacia el reino celestial. No sin antes haber conformado, durante muchos años, una familia ejemplar.

La calle Campero amaneció triste y a partir de hoy nunca más volverá a ser la misma, don Martín que tantos años supo caminar sobre ella, estuvo ausente y su ausencia se hizo sentir.
Por eso fueron todos a despedirlo (Vecinos, amigos, ex-compañeros de trabajo) pero no solo fueron a compartir el último adiós, también fueron a darle gracias por tantos años de EJEMPLO.

Por este medio, todos los vecinos, amigos y compañeros de trabajo de Don Martin Luna expresaron su profundo dolor por esta irremediable perdida, fueron todos los que al saludarla a Dña. Nieves Martínez Vda. de Luna le decían que a pesar del dolor debía sentirse orgullosa porque a su lado tuvo a una extraordinaria persona, UN GRAN ZAPLEÑO.

Nuestro amigo el HIDRO URUEÑA, fue el responsable de compartir el momento de espiritualidad que tanta falta hace en este tipo de circunstancias. A ello se sumaron las palabras de otros vecinos, compañeros de trabajo de Don Martin en su querida FÁBRICA.

Obvio que la cuestión no termina aquí, a partir de ahora sus hijos: Julio, Ricardo, Miguel, José, Mariel y sus nietos Waldo, Abi, Gisel y Ricardo tendrán la obligación de levantar las banderas de trabajo y honestidad que siempre subo levantar don MARTÍN.

Don Emilio Valentín Ahumada, compañero de la Fabrica, en nombre de todos sus compañeros del sector de laboratorio, también lo despido a Don Martín y basto escucharlo solo algunos minutos para confirmar la excelente persona que supo ser este este ex-trabajador de Zapla, que al igual que otros tantos que ya se fueron, ahora nos miran desde el cielo. Hasta siempre Don Martín Luna y muchas gracias por todo lo que nos supo dar y enseñar. Algún día nos volveremos a encontrar. Mientras tanto, empiece a disfrutar a pleno esa maravillosa oportunidad de estar cerca de Dios y re encontrarse con todos sus antepasados y seres queridos.