La adicción a drogas, el juego o hasta el cigarrillo, causa cientos de cambios en la anatomía del cerebro, su química y la señalización de célula a célula, incluso en las brechas entre las neuronas llamadas sinapsis.
Puede comenzar como un juego, un desafío entre amigos o bandas, o simplemente una experiencia traumática que lleva a la depresión. Caer en un adicción trae consecuencias muy negativas en el organismo. Y por sobre todo, en su órgano más importante: el cerebro.
Cualquier adicción puede convertirse en un peligroso enemigo. Ninguna persona está exenta. Sin embargo, no todos se convertirán en adictos. ¿Qué es la adicción?
Se considera que una persona es adicta cuando se desarrolla una dependencia psicológica, es decir, una conducta repetitiva y compulsiva con respecto al uso de una sustancia. Coexisten la dependencia psicológica y física –que es la respuesta del cuerpo ante esa sustancia.
En sí, la definición de adicción aplica a la compulsión y repetición del uso de alcohol, nicotina, drogas opiáceas como la heroína, también la cocaína y otros estimulantes. Pero, ¿qué hay del juego, el sexo y hasta los videojuegos e incluso Internet? Mucha gente se embarca en estas conductas hasta el punto de convertirlas en algo peligroso para ellos mismos –y sus familias.
Los científicos han desarrollado en los últimos años estudios detallados de cómo la adicción interrumpe las vías y los procesos que subyacen al deseo, la formación de hábitos, el placer, el aprendizaje, la regulación emocional y la cognición,después de pasar décadas investigando los cerebros de animales de laboratorio amantes de la droga y escaneando el cerebro de voluntarios humanos.
La adicción causa cientos de cambios en la anatomía del cerebro, la química y la señalización de célula a célula, incluso en las brechas entre las neuronas llamadas sinapsis, que son la maquinaria molecular para el aprendizaje. Aprovechando la maravillosa plasticidad del cerebro, la adicción remodela circuitos neuronales para asignar valor supremo a la cocaína o a la heroína a expensas de otros intereses como la salud, el trabajo, la familia o la vida misma. (Gentileza de infobae – trabajo del Periodista Victor Ingrasi)