Comodoro Rivadavia, abril de 1982. 14 enfermeras recién recibidas de la Fuerza Aérea llegaron hasta allí provenientes de distintas partes del país. Durante el tiempo que duró la guerra de Malvinas se dedicaron a atender a los soldados heridos en el combate entre la Argentina y Gran Bretaña.
Fueron muchos, más de 1000. Otros 649 perderían su vida en las islas. Todas ellas eran muy jóvenes, ninguna tenía más de 23 años y se habían recibido poco tiempo antes.
El trabajo que realizaron fue incansable, silencioso, fundamental. Soportaron el miedo, el frío, la soledad y contribuyeron a la recuperación física y anímica de los soldados. Terminado el conflicto, fueron olvidadas. Ninguna cobró la pensión como veterana de guerra. Tampoco las invitaban a los actos conmemorativos. Simplemente no existían.
En 2009, Alicia Reynoso, fue la primera en iniciar el derrotero judicial para ser reconocida y cobrar el plus salarial aprobado en 1998 para los excombatientes que participaron de la guerra. La Fuerza Aérea fue apelando en las diferentes instancias.
Finalmente, en 2021, la sala II de la Cámara de la Seguridad Social falló a su favor. Después, ya con el camino allanado, hicieron lo mismo las demás.
Alicia Reynoso: excombatiente
- “Éramos las primeras mujeres con estado militar de la República Argentina, la Fuerza Aérea nos había incorporado en el año 1980″.
- “Creo que ahí improvisamos a contener a esos jóvenes valientes que venían del infierno y que necesitaban ese apoyo, esa contención y encontraban a estas mujeres vestidas de verde como ellos pero con un idioma diferente, un olor diferente, un trato diferente”.
- “La desmalvinización que hubo después de la guerra también fue con nosotras”.
- “Sufrimos el olvido de nuestros compañeros, de nuestros superiores, no existíamos para nada. Cuando empezamos a hablar decían ‘bueno pero no es para tanto’. Nadie nos pidió disculpas”.
- “En 2013 por primera vez recién nos convocaron al desfile”
