Cazzu tuvo que mudarse de casa donde vivía con su hija porque “no podía seguir pagando”

Aunque es bastante reservada sobre su vida familiar, las recientes declaraciones de Cazzu han dejado a muchos sorprendidos luego de que revelara que no hace mucho ella y su hija Inti, de casi dos años, tuvieron que mudarse del departamento en el que vivían. Sincera, habló sobre los motivos que la llevaron a realizar esta mudanza que, además, la dejó con una mala experiencia por parte de la persona que le alquilaba la propiedad. 

“Deshice un alquiler que tenía, vivía en un lugar y no lo podía seguir pagando, esto estaba carísimo. No quería vivir en un lugar tan caro, y dije me voy a mudar y me mudé”, dijo en una entrevista para el podcast El Flowcast de Héctor Elí.

Si bien Cazzu estaba tratando de ahorrar un poco en el precio de la renta de un hogar para ella y su pequeña, a quien tuvo con Christian Nodal, también vivió un episodio en el que su apariencia, en especial los tatuajes, la hicieron sentirse señalada. “Cuando fui a entregar mi departamento, imagínate, yo vivo con mi hija, tengo un TOC un poco con el orden, soy una señora hecha y derecha y bueno, quizá por cuestiones de plata, yo sentí que la persona que recibió el departamento, que me alquiló, tenía un prejuicio latente. No tenía una razón para destratarme”, comentó.

Sobre esa línea, añadió: “Esas cosas son las que uno en la vida no se las termina de explicar. Hay personas que te ven y que en el momento en el que ven cómo te vistes, necesitan que en su cerebro eso que representas encaje con lo que ellos consideran que es lo que hay que representar: vicios, maldad, desastre”. Además, aseguró que a ella y a su amiga Joaqui les han negado la renta de algunas propiedades sólo por prejuicios: “La gente no nos quiere alquilar las casas porque piensan que vamos a estar haciendo no sé qué”.

A raíz de ello y de sus propias aspiraciones, Cazzu aseguró a Héctor que “este año me compro una casa sí o sí. Tengo que trabajar mucho. La próxima vez que hablemos, tengo que tener una casa. Amén”. Sonriente e ilusionada por los planes a futuro, propuso que graben ahí: “Hacemos un pastelito, un mate”.

Un par de zapatillas cuesta lo mismo que un alquiler

Los precios de la indumentaria en Argentina en muchas ocasiones superan los valores de una jubilación mínima y del Salario Mínimo, Vital y Móvil (SMVM) en el país. Incluso, en muchos casos la ropa llega a costar lo mismo que un alquiler.

Una jubilación mínima se ubica actualmente en $32.630, el SMVM está en $38.940 y un alquiler promedio de un monoambiente en el distrito porteño cuesta aproximadamente $40.000. En este marco, según se constató, un par de zapatillas para correr o una camisa de marca en el mercado argentino tiene casi el mismo valor. La mediana de los monoambientes cuesta $40.000, los departamentos de dos ambientes $48.500 y los de tres ambientes $70.000, de acuerdo con un informe del Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz (CESO) que fue publicado el último miércoles. Sin embargo, desde el CESO aclararon que los precios varían en cada categoría en función de otras características propias (tales como antigüedad o si posee cochera, entre otras) y de su entorno (como infraestructura, disponibilidad de transporte o cercanía a centros comerciales, por ejemplo).

Los precios de diversas prendas de vestir -como un par de zapatillas, un jean, una remera, una camisa y un sweater- en diferentes locales. De acuerdo con el relevamiento, si bien en los shoppings se pueden comprar zapatillas deportivas de marca por unos $13.000, una gran cantidad de modelos se venden por encima de los $41.000 sin ser estos los más caros (unos $2.060 más que el salario mínimo, $8.370 más que la jubilación mínima y $1.000 más que un alquiler de un monoambiente). En cuanto a las remeras, adquirir una estampada en un shopping puede costar más de $8.000. Sin embargo, hay varios locales que las comercializan por $4.000, $5.000 y $6.000 aproximadamente. Respecto de los jeans, en su mayoría se pueden conseguir modelos que cuestan entre $10.000 y $15.000 pero en algunos casos estos se ofrecen por encima de los $27.000. Por su parte, el costo de una camisa formal con botones -en un reconocido local de ropa para hombres- es de $34.000. Y a su vez, una camisa manga larga confeccionada en viscosa jacquard, con cuello mao y botones al frente, de calce recto, en una famosa casa de indumentaria para mujeres cuesta $34.900: unos $2.270 más que la jubilación mínima. Un sweater en hilado pelo de mono, con mangas balloon, cuello redondo y largo a la cadera, 100% poliester, tiene un valor de $13.990 en una marca para mujeres. Mientras que en una tienda para hombres, un sweater marina con rayas se comercializa por más de $18.000.