Una insólita situación se vivió el pasado jueves en el Polo Judicial de Ciudad de Mendoza, donde uno de los implicados en el homicidio del empleado de la distribuidora ubicada en el barrio San Pedrito de la capital jujeña identificado como Emiliano Damián Varas Romero de 32 años, se escapó luego de llegar por sus propios medios a este centro para conocer una acusación formal de la Justicia de aquella provincia.
El mendocino de 32 años y que es intensamente buscado por el hecho ocurrido en nuestra provincia, llegó al Polo Judicial en libertad e iba a ser imputado por una causa de robo en una audiencia. Pero pidió salir para ir al baño y escapó.
Posteriormente, confirmaron que tenía un pedido de captura por el crimen de César Javier Martínez (31), el empleado de la distribuidora que fue asesinado durante un robo a la distribuidora en nuestra provincia, por lo que otro mendocino, Lucas Matías Méndez (35), alias “Gringo”, ya se encuentra detenido y habría sido el autor del disparo que terminó con la vida del empleado.
La “fuga” se conoció el jueves por la tarde cuando un hombre iba a ser imputado por un robo en una audiencia que se iba a desarrollar en la Sala 17 del Polo Judicial, ubicado en Plantamura y Ciudad de San Felipe. El sindicado por un robo llegó por sus propios medios y en liberta a la sala, donde iba a ser notificado por las autoridades del Tribunal Penal Colegiado.
El hombre, identificado como Emiliano Varas, iba a escuchar la notificación pero en ese momento le pidió permiso para ir al baño a las autoridades judiciales. Como estaba en libertad, el personal judicial accedió al pedido.
Sin embargo, el sujeto al saber que iba a quedar detenido, no regresó al recinto. Las autoridades notaron su ausencia al cabo de un tiempo y ordenaron un rastrillaje por el predio pero no tuvieron resultados. Como el sujeto llegó en libertad, las autoridades judiciales no pidieron ningún tipo de custodia policial, es decir, nadie lo estuvo controlando.
Según explicaron, esta metodología la están implementando últimamente. Es decir, antes que realizar un allanamiento y utilizar la fuerza pública, citan a una persona para ser acusada de algún delito y esperan de su buena voluntad.
A raíz de la fuga del sospechoso, se revisaron sus datos y allí surgió que tenía un pedido de captura desde nuestra provincia. Además de la gravedad de que el sospechoso haya escapado, ese pedido de captura es por un homicidio criminis causa. Tras verificar el oficio, confirmaron que el sospechoso está implicado en el asesinato del empleado de la distribuidora del barrio San Pedrito, el sábado 19 de noviembre.
Las autoridades hicieron la denuncia por la evasión y Emiliano Varas quedó con pedido de captura. Según explicaron, el sospechoso “salió caminando por la puerta”.
Este sujeto era uno de los prófugos por el crimen del empleado de la distribuidora
Posteriormente, confirmaron que tenía un pedido de captura por el crimen de César Javier Martínez (31), el empleado de la distribuidora que fue asesinado durante un robo a la distribuidora en nuestra provincia, por lo que otro mendocino, Lucas Matías Méndez (35), alias “Gringo”, ya se encuentra detenido y habría sido el autor del disparo que terminó con la vida del empleado.
La “fuga” se conoció el jueves por la tarde cuando un hombre iba a ser imputado por un robo en una audiencia que se iba a desarrollar en la Sala 17 del Polo Judicial, ubicado en Plantamura y Ciudad de San Felipe. El sindicado por un robo llegó por sus propios medios y en liberta a la sala, donde iba a ser notificado por las autoridades del Tribunal Penal Colegiado.
El hombre, identificado como Emiliano Varas, iba a escuchar la notificación pero en ese momento le pidió permiso para ir al baño a las autoridades judiciales. Como estaba en libertad, el personal judicial accedió al pedido.
Sin embargo, el sujeto al saber que iba a quedar detenido, no regresó al recinto. Las autoridades notaron su ausencia al cabo de un tiempo y ordenaron un rastrillaje por el predio pero no tuvieron resultados. Como el sujeto llegó en libertad, las autoridades judiciales no pidieron ningún tipo de custodia policial, es decir, nadie lo estuvo controlando.
Según explicaron, esta metodología la están implementando últimamente. Es decir, antes que realizar un allanamiento y utilizar la fuerza pública, citan a una persona para ser acusada de algún delito y esperan de su buena voluntad.
A raíz de la fuga del sospechoso, se revisaron sus datos y allí surgió que tenía un pedido de captura desde nuestra provincia. Además de la gravedad de que el sospechoso haya escapado, ese pedido de captura es por un homicidio criminis causa. Tras verificar el oficio, confirmaron que el sospechoso está implicado en el asesinato del empleado de la distribuidora del barrio San Pedrito, el sábado 19 de noviembre.
Fuente: El Tribuno de Jujuy