El precio de la naranja y la mandarina bajó en la provincia de Jujuy, una situación que no responde a una sobreproducción sino a un descenso notable en el consumo interno, según explicó el ingeniero Daniel García en diálogo con Canal 7 de Jujuy.
La baja del precio no es un fenómeno aislado, según García “lo que está pasando en el mercado internoes que hay mucha más oferta que en años anteriores, pero también una demanda muy reducida. El precio se ajusta porque hay mucha producción y poca gente que compre”.
El especialista aclara que la cosecha es normal, no se trata de una superproducción récord, aunque más generosa que las afectadas por la sequía en temporadas pasadas. “No es que este año explotaron las plantas, simplemente estamos recuperando volúmenes. Pero lo que no se recuperó fue el poder adquisitivo de la gente”, señala.

Para el especialista “el salario perdió capacidad de compra. Eso es lo que más se nota. Los primeros 15 días del mes se vende más fluido, pero en la segunda quincena, directamente se frena. Y no es que suba el precio, es que no hay plata”.
Según indicó hay un detalle que este año hizo más pesada la balanza del mercado local y es la ausencia de compradores del otro lado de la frontera. “Antes venían desde La Quiaca y se llevaban camiones enteros hacia Bolivia. Compraban en remesas, tres veces por semana. Este año no vinieron. Para ellos, Argentina se puso cara”, explica García.
Por último, indicó que ese flujo comercial, que complementaba el destino de los cítricos jujeños, desapareció y con él, una válvula de escape para el exceso de producción. “Todo eso empuja los precios hacia abajo, acá, en nuestras ferias”.
Por Somos Jujuy