Conflicto en la frontera: Gendarmería restringió los pasos ilegales entre La Quiaca y Villazón

Personal de Gendarmería Nacional refuerza el control en los pasos fronterizos no autorizados entre La Quiaca y Villazón. Esas vías clandestinas por el río internacional, son las que conectan esa ciudad argentina con Bolivia, por donde pasan productos de todo tipo.

Efectivos de la fuerza custodian la zona para impedir el tránsito irregular de personas, medidas que son parte de las acciones de seguridad y control fronterizo implementadas por el Gobierno para evitar incidentes y conservar el orden por el paso legal, además de evitar el paso de productos de todo tipo.

Según destacan los medios locales de la ciudad fronteriza argentina, por estas acciones de control, hay una larga fila de personas en el paso internacional “Horacio Guzmán”, que buscan cruzar de un país a otro por la única vía habilitada.

Gendarmería restringe los pasos ilegales entre La Quiaca y Villazón

Fuente: Todo Jujuy

Comerciantes bolivianos reconstruyen los pasos ilegales de La Quiaca

Un grupo de comerciantes de origen boliviano fueron captados in fraganti paleando tierra para rehabilitar un paso ilegal, reciénteme clausurado por la Municipalidad de La Quiaca en colaboración con gendarmes tras los reiterados reclamos de vecinos y comerciantes locales.

La decisión de cortar los accesos cavando profundas zanjas con máquinas retroexcavadoras, reformaron el paisaje limítrofe del barrio Norte dándole apariencia de trinchera de guerra, sumando algunos montículos de gran tamaño que por estos días ya fueron superados.

Llamamos a todas las autoridades vinculantes, tras una reunión se hizo una montaña, aunque se entiende la necesidad de ambas de partes por trabajar.

El camino estaba bloqueado, pero el problema es que las autoridades de seguridad no están a todo horario”, explicó la periodista quiaqueña Ivana Bejarano.



No se trató de una medida antojadiza, el corte se definió tras una reunión a fines de octubre, luego de enfrentamientos entre vendedores del estilo “carrito de mano”, en una escalada de tensión que centros vecinales, municipio, cónsul boliviano, jefes de escuadrón, damnificados y reclamantes no querían dejar escalar.

Desde un primer momento no hubo buena recepción en Villazón, pero al menos sirvió para garantizarle parcial tranquilidad a los vecinos.