En la Argentina de la grieta y el fuego aliado, la identidad partidaria parece un valor que ya no cotiza. Los sucesos políticos ocurridos durante las últimas 72 horas son la muestra cabal de esta teoría: los cabecillas de la coalición gobernante se ofenden durante actos públicos, el ministro de Hacienda renuncia por WhatsApp, la vicepresidenta elige su reemplazo y catorce de veintiún ministerios cambiaron de titular en menos de 1.000 días. Por eso no debe extrañar la incredulidad de un correligionario ante el nombramiento de la ministra Silvina Batakis.
Durante su entrevista con Radio 2 el diputado jujeño Julio Ferreyra, sin realizar valoraciones personales de la economista, desconfío sobre la efectividad de la designación, entendiendo que no existe voluntad del oficialismo para realizar una cambio profundo, incluyendo “medidas duras”.
“…Yo no creo que exista el coraje para hacerlo. Estoy preocupado, lo analizamos desde todo punto de vista y no hay salida, uno de los problemas más graves que tiene el país hoy es la carga que representan los planes sociales que se han convertido en un gran negocio para algunos quién se anima a ponerle el cascabel al gato…”.
Para sacar a la gente de la pobreza, se deben reducir los planes sociales, se ha venido gobernando con la dádiva que solo puede durar un tiempo
“Si quieren seguir con la misma política ya conocemos el final…”, responde Ferreyra como si mantuvieran un hipotético debate. A ojos del ex titular del registro civil provincial el rumbo económico del país es totalmente incierto, Argentina se gana y justifica el mote de país incumplidor “Nadie se hace cargo… Tenemos un presidente que hoy es de River y mañana es de Boca”, aporta con una analogía futbolera al tiempo que el riesgo país sube 30 puntos.
Fuente: Jujuy al Momento