Tras el estremecedor triple femicidio de Morena, Brenda y Lara, en la provincia de Buenos Aires, que fue noticia en los últimos días, organizaciones sociales y feministas de Jujuy convocaron a una jornada de protesta bajo la consigna: “¡Basta de femicidios, nuestras vidas importan!”.
La movilización principal será a las 16 horas en Plaza Belgrano, en San Salvador de Jujuy, aunque se replicará en diversas plazas del interior de la provincia. “Salimos a las calles porque no podemos seguir naturalizando que cada semana tengamos que lamentar nuevas muertes de mujeres y disidencias. Exigimos que se garantice la seguridad y la vida de todas”, señalaron desde la Multisectorial.
Las organizaciones también expresaron su preocupación por la suspensión de programas y políticas de género a nivel nacional, lo que consideran un retroceso en la lucha contra la violencia machista.
“Mientras el gobierno nacional recorta recursos y desmantela áreas de asistencia, los femicidios siguen en aumento. No alcanza con la indignación: necesitamos respuestas concretas del Estado”, subrayaron en un comunicado.
Este martes en un nuevo programa de Sin Límites, Alberto Siufi recibió al gobernador de Jujuy, Carlos Sadir donde detalló cuestiones claves para la provincia, de índole local como nacional; en materia económica política y social; sin dejar de lado el tema de la seguridad y la situación puntual del “Crimen en Alto Comedero” que mantiene en alerta a todos un país.
Fueron más de 30 minutos donde el mandatario jujeño abordó desde la minería y su impacto en las economías regionales, hasta las paritarias y la compra de nuevas 1000 cámaras de seguridad para ser instaladas en puntos neurálgicos de san salador de Jujuy como en el interior de la provincia.
Terminando la entrevista, el Gobernador no pudo obviar el tema que mantiene en vilo al pais, y en mayor medida a la provincia por los hallazgos de tremenda magnitud.
Haciendo referencia a esto, a los trabajos que se realizan desde cada uno de los organismos y fuerzas involucradas, Sadir apuntó a la importancia de contar con las cámaras de seguridad. “Las cámaras de seguridad son cruciales. No solo en este caso, sino en otros. Hoy estamos en la compra de 1000 cámaras de seguridad nuevas que vamos a instalar en ciudades del interior y vamos a acordar con los intendentes para ver donde se instalaran” decía Carlos Sadir.
A su vez recordó, “En Alto Comedero instalamos 25 cámaras en sectores que más nos preocupaban. Tener esto facilita mucho la investigación y vamos a seguir” concluyó el gobernador Carlos Sadir.
La novia de uno de los jóvenes acusados del asesinato de Báez Sosa manejaba una cuenta anónima que creó junto con los inculpados para que puedan defenderse de la condena social y pública mediante las redes. En un mensaje publicado desde la mencionada cuenta, se culpó a Fernando, de haber iniciado la pelea dentro del boliche Le Brique en Villa Gesell.
En las ultimas semanas apareció una cuenta de INSTAGRAM armada y orquestada por los mismos jóvenes acusados donde solían difundir mensajes de apoyo y dar su visión de los hechos acontecidos, desde un perfil anónimo
La cuenta era “@rugbiers.zarate” y desde la misma los imputados sacaban posteos e historias de Instagram aludiendo a reclamos por su libertad, pero también dando opiniones acerca de los padres de Fernando y le pedían a sus seguidores que “le recen a Dios y a la Virgen”.
Durante las ultimas semanas en donde comenzó el juicio llevado a cabo en la ciudad de Dolores, desde la cuenta se comenzó a dar opiniones respecto a la condena de los acusados, donde por ejemplo se difundió un mensaje que decía: “Es complicado hablar de condena justa, sobre todo si la parte implicada en una condena son ocho chicos a los cuales no se les respetaron sus garantías y derechos judiciales como corresponde y como todos deben tener”.
En esa cuenta, que fue reactivada durante el juicio y así descubierta, se contestaban preguntas con aberrantes respuestas asegurando, entre otras cosas, que “la pelea la empezó Fernando Báez Sosa”.
A preguntas como “Fernando también merecía divertirse y vivir la vida, ¿no te parece?”, eran seguidas de respuestas que decían lo siguiente: “Por supuesto, nunca dije lo contrario: en su momento, hablé con algunos de sus amigos y los entendí, como ellos también me entendieron a mí. Se dio una conversación súper respetuosa de ambos lados, desde el principio de esta cuenta tomé la decisión de respetar su memoria y creo que eso es lo que estoy haciendo en cada uno de los mensajes donde digo (y reitero) que ojalá se termine la violencia en la sociedad”.
En la jornada de ayer en el juicio que se lleva a cabo en el Tribunal N°1 de Dolores contra los ocho rugbiers acusados de matar a Fernando Báez Sosa, investigadores que intervinieron en la causa revelaron los contenidos de los teléfonos incautados en el arresto del grupo. Fueron audios y chats de un cinismo notable, ocurridos a minutos del crimen y durante ese 18 de enero de 2020. Los rugbiers conversaron entre ellos, con amigos de Zárate.
De todos los mensajes, los de Blas Cinalli fueron particularmente indignantes.
“Nos sacaron todos los patovicas, lo recagamos a palos mal”, dijo a un interlocutor. “Nos agarraron del cuello, nos sacó la Policía, pero ganamos igual”, agregó.
Ahora, lo que continúa en el juicio puede complicarlo más todavía.
En las jornadas de hoy y mañana declararán los peritos encargados de los estudios genéticos del caso, los análisis de ADN, con 42 muestras extraídas entre la víctima y los acusados mediante hisopados, todos con sus tarjetas marcadoras FTA, con material genético de comparación para los forenses.
El expediente marca que la muestra 814.122 del caso, el hisopado al meñique izquierdo de la víctima, “se obtuvo un perfil mezcla en el que se advierte coincidencia con el perfil de la muestra 814.7″, que pertenece a Blas Cinalli. La misma coincidencia forense, por ejemplo, llevó a la condena de Jorge Mangeri, el femicida de Ángeles Rawson.
Este hallazgo, escribió la fiscal Verónica Zamboni, “denota que la víctima al defenderse durante la agresión lastimó a Blas Cinalli, quedando material genético de éste en un dedo meñique, lo que contrasta claramente con las lesiones que presentaba Cinalli el día del hecho, lesiones éstas constatadas por el reconocimiento”, que fueron constatadas por un médico legista.
No habría sido el único que dejó sus rastros sobre el cuerpo. En las pericias de ADN, los resultados no suelen ser totales. El expediente continúa que en los estudios a las manos de Fernando “se determinó que en las muestras 814.120, 814.125 (hisopados dedo medio izquierdo y hisopado dedo medio derecho): se obtuvieron diferentes perfiles mezcla en los que se observó coincidencia parcial con el perfil genético de la víctima; lo que marca la multiplicidad de autores atacantes”.
El abogado Fabián Améndola, uno de los que patrocina a la familia de Fernando Báez Sosa, afirmó que los ocho rugbiers acusados por el crimen del joven en Villa Gesell cumplieron distintos roles pero “el mismo objetivo de causarle la muerte” a la víctima.
“Esta primera semana del juicio pudimos ver que el objetivo (de los acusados) era Fernando: se escuchó en un montón de testimonios. Varios de los testigos declararon que fueron a atacarlo a Fernando”, sostuvo el letrado.
En diálogo con Todos Juntos, en Radio Rivadavia, Améndola descartó, a su entender, la posibilidad de que la Justicia pueda considerar al hecho como un homicidio en riña y subrayó que “no fue una pelea de un grupo contra otro: fueron a atacar a Fernando”.
“Hay una diferenciación de conducta, pero todas estaban direccionadas con el mismo objetivo: causarle la muerte a Fernando. Entonces la calificación y la pena debe ser común a todos”, planteó el abogado, quien se encarga de la querella junto a su par Fernando Burlando. Además, afirmó que “es indistinto” si los ocho acusados mantienen o rompen el ‘pacto de silencio’: “Hay muchas imágenes que muestran lo que estos muchachos hicieron, cómo acecharon a Fernando”.
Finalmente, destacó la presencia de los padres de la víctima en el juicio que se lleva adelante en la ciudad bonaerense de Dolores: “Tanto Silvino (Báez) como Graciela (Sosa) durante toda la semana se han portado de una manera estoica. Asistieron a todas las declaraciones, en las que en muchos tramos se exhibieron los videos en los que se veía la brutalidad con que golpearon a Fernando, y en algún momento Graciela ha tenido que salir de la sala”.
La noche del sábado 7 de enero de 2020, Máximo Thomsen, Luciano Pertossi, Ayrton Viollaz y otros siete amigos cenaban en la casa que habían alquilado en Villa Gesell. Se preparaban para la previa y una noche en el boliche de moda esa temporada. A pocas cuadras, Fernando Báez Sosa y sus amigos también saldrían con el mismo destino en mente.
Pablo Ventura, el inocente al que el crimen de Fernando Báez Sosa también le cambió la vida
Pero a más de 500 kilómetros de allí, un joven de la misma edad que esos chicos cenaba con sus padres y luego se juntaría con un amigo, sin saber que aquel grupo de jóvenes que jugaban al rugby en su ciudad le arrebataría la vida a golpes a un chico que había llegado a Gesell desde Buenos Aires para pasar sus vacaciones. Mucho menos podía imaginar que alguien de ese grupo lo implicaría falsamente en el crimen y, con esa mentira, lo sometería a un calvario en el que pasó cuatro días preso, acusado de ser un asesino.
Por esa acusación falsa, por su detención inmotivada, Pablo Ventura demandó al Poder Judicial y al Ministerio Público Fiscal de la provincia de Buenos Aires por una suma de 10.000.000 de pesos.
“Resulta claro que el Estado debe responder por los perjuicios ocasionados por la infundada y antojadiza detención, reparar el daño moral, la afectación de su imagen y su honor y compensar de alguna forma los padecimientos causados”, dice la presentación presentada en diciembre de 2021 por el abogado Jorge Olmos.
Aún son un misterio los motivos por los cuales alguno de los ahora enjuiciados por el homicidio le dijo a la policía que la zapatilla manchada con la sangre de Fernando Báez Sosa hallada en el primer allanamiento en Pinamar era de Pablo Ventura, y que ese joven había escapado de Villa Gesell en el Peugeot 208 blanco de su padre. José María Ventura dijo hoy, en el juicio, que los acusados “le tenían envidia” a su hijo, al que calificó como “totalmente diferente a lo que son estos personajes”.
“Para mí son asesinos. Con respecto a mi hijo hicieron un acto de cobardía total. Nombrar un inocente, querer involucrarlo. Pero no digo solo los ocho que llegaron a juicio: digo los diez. Juan Pedro Guarino y Alejo Milanesi [primero imputados, luego sobreseídos] estuvieron en el allanamiento cuando fueron detenidos y escucharon quién lo nombro y no dijeron nada: son unos cobardes”, declaró esta mañana.
El 9 de diciembre de 2021, Fabiana Cruz fue condenada a prisión perpetua, acusada de matar a golpes en Puerto Madryn a Agustina, la hija de 4 años de su novia, bajo la calificación de homicidio doblemente agravado por alevosía y ensañamiento. El crimen, investigado por el fiscal Jorge Burgueño, ocurrió en agosto de 2019.
Fue la propia madre de la menor quien alertó la situación, Agustina fue llevada al hospital, pero murió ese mismo día.
En un principio, Cruz, de 21 años, aplicó una excusa y dijo que la menor “se había caído”.
Los médicos no le creyeron desde comienzo: la autopsia posterior al cuerpo de la menor reveló golpes en 16 partes de su cuerpo, además del feroz traumatismo de cráneo que le costó a muerte. El informe habla también de la existencia de lesiones corporales y óseas previas, propias de un contexto de maltrato infantil.
Tras su detención, Cruz fue sometida a un psicodiagnóstico, en el cual ensayó una suerte de justificación: “Ese día exploté y le pegué a la nena sin querer”, dijo. El motivo de esa explosión fue una supuesta infidelidad de su pareja.
La vida de Luis Iván Almonacid es una línea paralela. A fines de noviembre, fue considerado culpable por el crimen de Eliberto Santos Ramos, también cometido en 2018 en Puerto Madryn. Santos Ramos, de 59 años, fue atacado cuando ascendía a su camioneta junto a una mujer. Tres hombres se subieron con ellos y comenzaron a golpear al jubilado: le pedían dinero, el celular y las llaves del vehículo. La brutal paliza duró más de una hora. Por el hecho, Almonacid recibió 15 años de cárcel.
Con el tiempo, Cruz y Almonacid terminaron presos en la misma prisión, el Instituto N°1, se conocieron por redes sociales, se hicieron novios. El pasado miércoles, se casaron en el Juzgado de Paz N°1 de Trelew.
La pareja “tumbera” hizo todo por regla, cada papel pertinente fue presentado por ellos y sus abogados. El martes 27 de diciembre, la defensora de Cruz notificó a un juzgado de garantías local que Almonacid había presentado su propio incidente de ejecución por el matrimonio y que Cruz incluso realizó un trámite online para reservar fecha en el juzgado de paz
El miércoles pasado, llegó el momento. La pareja presentó dos mujeres de Trelew como testigos y contrajo matrimonio.
Hubo un episodio desagradable previo al civil, que explica un poco la unión. Fue reportado el 23 de diciembre por un jefe de seguridad del Instituto Penitenciario. El jefe detalló que Cruz pidió una visita íntima con Almonacid. Se la negaron, al no tener un vínculo constatado. “Gordo hijo de puta, vos no te vas hasta que me autorices mi visita”. Cruz montó en cólera, golpeó con uno de sus puños el vidrio del aula donde se encontraba. Programaron una audiencia para hoy viernes para sancionarla.
Cinco días después del brote de violencia, ella y Almonacid se casaron.
El Tribunal en lo Criminal Nº 2 condenó a prisión a un hombre y una mujer por un hecho ilícito ocurrido en barrio San Francisco de Álava de San Salvador de Jujuy, en el que perdió la vida de Oscar Rubén Ledesma. Se trata de Fernando David Ledesma, quien fue penado a 10 años de prisión por ser autor material y responsable del delito de “Homicidio simple”, y declarado reincidente.
En tanto, Ariadna Priscila Jael Parra fue condenada a 8 años de prisión, por resultar ser “Partícipe necesario del delito de homicidio simple”. El veredicto emitido por las juezas María Alejandra Tolaba – presidente de trámite-, Claudia Cecilia Sadir, y el juez Luís Ernesto Kamada, fue dado a conocer por la secretaría del Tribunal, Dra. Andrea Meriles Lello, en la audiencia realizada hoy con la que concluyo el juicio oral y público.
Acusación
De acuerdo con la requisitoria de la Fiscalía, el 10 de marzo de 2019, aproximadamente a las 14.30 horas, el acusado, Fernando Ledesma, se encontraba agrediéndose físicamente en forma recíproca con la víctima, Oscar Ledesma, sobre calle Maíz Gordo casi esquina Escaya del barrio San Francisco de Álava. Debido a esto, Franco Miguel González trato de intervenir en la pelea, pero Fernando Ledesma intento agredirlo con un cuchillo que le fuera proporcionado por la imputada, Ariadna Parra. Tras esto, la víctima Oscar Ledesma quiso defender a González, quien era su amigo, interviniendo para evitar tal agresión, por lo cual el acusado Fernando Ledesma lo agredió con el ánimo de ultimarlo, asestándole una puñalada que le provocó la muerte inmediata en el lugar. Luego, el agresor y la mujer se fueron rápidamente del lugar
Los alegatos
El Fiscal ante el Tribunal fue el Dr. Diego Cussel, del Ministerio Público de la Acusación, quien pidió penas de prisión para ambos acusados, 16 años para Ledesma y 14años para Parra. Por su parte, el abogado defensor de Fernando Ledesma, Dr. Juan Pablo Canetti, Defensor Público perteneciente al Ministerio Público de la Defensa Penal, solicitó la absolución de su defendido por haber actuado en legítima defensa o subsidiariamente la pena establecida para el delito de homicidio con exceso en la legítima defensa
Hace más de un año, Guadalupe Lucero desapareció en San Luis y, desde entonces, sus padres y la Justicia la buscan. En las últimas horas, se conoció que un hombre, aparentemente con rasgos de esquizofrenia, se presentó en una comisaría de esa provincia y confesó que mató a la nena.
Según pudo saber TN, el hombre brindó detalles de cómo lo habría hecho. Al lugar se acercaron la fiscal y el abogado del padre de la menor.
Hace menos de 15 días se cumplió un año de la desaparición de Guadalupe. Sin embargo, hasta el momento no hay ningún detenido por esta investigación.
Qué se sabe de la causa de Guadalupe Lucero
Guadalupe Lucero tenía cinco años cuando fue vista por última vez mientras jugaba en la puerta de su casa junto a sus primos.
En el mes de abril se realizó una nueva búsqueda en el descampado que está frente a la casa de la tía de Guadalupe, donde la nena jugaba. Sobre este punto, había cobrado fuerza nuevamente una de las primeras teorías que se barajaron en la investigación, que indicaba que la pequeña podría haber sufrido un accidente en ese lugar y que los primeros rastrillajes fallaron.
Esta hipótesis, que reactivó la búsqueda, fue abonada por dos puntos clave. Por un lado, una revisión del accionar de la policía de San Luis durante los primeros rastrillajes. Al parecer, la Justicia federal detectó varias inconsistencias y errores de procedimiento, lo que lleva a pensar que se podrían haber pasado por alto ciertos datos significativos.
En ese nuevo rastrillaje se encontraron prendas de vestir, pero la mamá de la nena desaparecida confirmó que la ropa que se halló en el descampado no era de su hija y la teoría de que podría haber muerto mientras jugaba fue descartada.
Por otro lado, sigue latente la hipótesis de que a Guadalupe se la llevaron por la fuerzade la casa ubicada en el barrio 544 viviendas de la ciudad de San Luis.
La causa que investiga el crimen de Miguel Ángel Chemes, empleado municipal de la localidad misionera de Oberá, dio un vuelco en las últimas horas: su hija confesó en una carta que fue ella quien lo degolló.
El hijo mayor del hombre asesinado, Julio Alberto, fue el primer sospechoso del caso debido a la conflictiva relación que mantenía con su padre. Sin embargo, después de dos meses su hermana lo desvinculó completamente del hecho y quedó detenida.
“Yo sola maté a mi papá, nadie más es responsable de lo que pasó”, expresó Milagros Chemes, de 21 años, en la nota que hizo llegar a la Justicia a través del abogado de su hermano, Axel Nahuel Demonari, según indicó El Territorio.
Sin entrar en mayores detalles, el letrado precisó que la joven ahora detenida “acusa al padre de algo muy grave, una cuestión que se prolongó por varios años y la afectó mucho”. Además remarcó que si bien se la veía “perturbada y muy nerviosa”, estaba conforme con la decisión que había tomado. “Ella quería entregarse a la policía”, reafirmó.
El crimen del empleado municipal Chemes tenía 73 años y fue asesinado el 18 de marzo pasado, cuando volvía a su casa caminando y unos metros antes de que llegara lo atacaron en plena calle y a la luz del día.
La autopsia reveló ensañamiento en su muerte. Su cuerpo presentaba golpes y escoriaciones en diferentes lugares, pero una puñalada en el cuello fue lo que terminó con su vida.
Tras su confesión, Milagros quedó alojada en la Comisaria Seccional Segunda, y la División Policía Científica realizará las pericias caligráficas necesarias para determinar la autenticidad de la carta. En las próximas horas la joven será indagada y será sometida a una evaluación psicológica para determinar si comprende la criminalidad de sus actos.