Cazzu deslumbra y es tapa de la Revista Vogue de México

Cazzu ha vuelto y se ha ganado el cariño del público, es por ello que la jujeña deslumbra y fue portada de la Revista Vogue, pero nada más y nada menos que de Vogue México.
Julieta protagonizó la portada de Vogue México y no se guardó nada. Con estilo y autenticidad, habló de su carrera, maternidad y cómo vive esta nueva etapa. ¡Orgullo jujeño que deja huella en el mundo!
Tu último proyecto musical antes de este regreso fue Nena Trampa (2022). ¿Qué ha cambiado desde ese entonces? “Que esa mujer no era madre”, respondió de inmediato la cantante y así inició la entrevista para Vogue…

Julieta Cazzucheli (su nombre real) es originaria de Jujuy. Cuando se mudó a Tucumán para estudiar cine, comenzó a hacer cumbia bajo el proyecto Juli-K, de este no queda mucho, solo unos cuantos videos por ahí en Internet y poco tiempo después nació Cazzu.

A tres años de Nena Trampa, Cazzu está de regreso con la que parece ser su producción más matizada hasta ahora. Al momento de esta entrevista, ha lanzado tres sencillos: una balada (La cueva), un corrido tumbado (Dolce) y una cumbia (Con otra) con la que regresa a sus raíces musicales. La cantante abrió su nueva era con La cueva en diciembre de 2024, una canción nostálgica
La cueva fue la primera canción que Cazzu escribió después de su separación de Christian Nodal, tras una relación de poco más de dos años, fue estrenada después de su entrevista en el podcast argentino PLP, donde se sinceró por primera vez sobre este suceso.
¿Qué ha cambiado de la mujer que hizo Nena Trampa a la mujer con la que estoy hablando ahora?
Que esa mujer no era madre, sobre todo. Creo que es el cambio más grande. Yo no creía mucho en esa historia donde la gente dice que la vida y la perspectiva de la vida cambia cuando uno se hace mamá, pero en verdad sí, era cierto… Era bastante cierto.
¿La maternidad ha influenciado en tu creatividad como artista?
Sí, por supuesto. Me di cuenta de que yo anteriormente nunca me había detenido a pensar que mucha gente de mi público podría ser mamá. No lo había pensado nunca, a veces me había tocado ver algunas cosas, me enternecía ver a una mamá con su niño y todo, pero no me había puesto a pensar que capaz que había un montón de esas caras que yo miraba que ya estaban viviendo la maternidad. No creo que todas las mamás lo procesemos igual, por eso en mi caso, siento que miro todo con un filtro de cosas que me sensibilizan mucho más, cosas a las que soy más intolerante, cosas que veo y antes no veía. Yo creo que se te reordena el cerebro, ahora las cosas a las que le das importancia están en distintos lugares.

Antes de ser mamá, ¿imaginabas que iba a ser de esta forma?
No, en verdad no. Venía con la idea de ser mamá bastante moderna para la Argentina, donde está muy poco idealizada y muy poco romantizada la maternidad [para] nosotros en nuestro país, nuestra situación económica y la situación de la deconstrucción, del lugar de la mujer. Yo no pensé que con todos mis ideales y todo lo que había visto por ahí, iba a llegar a ese punto donde me parecería tan romántica la maternidad y tan preciosa. Lo que me gusta decir sobre mi maternidad es que no creo que todo el mundo tenga los privilegios que tuve yo en el momento de ser madre y por eso necesariamente la experiencia de la maternidad cambia según los privilegios de las mujeres. Las mujeres que no tienen el privilegio de quedarse en su casa, criar a sus hijos y pasar tiempo de calidad con ellos, de jugar, de estar tranquilas, porque tienen que salir a buscarse el pan y están solas, o no tienen quien las ayude, no creo que lo vivan de la misma forma. Por eso no me gusta generalizar y pienso que yo he sido muy suertuda en el momento en el que a mí me tocó ser mamá.

Esta persona que has creado a través de tu música, la “Nena Trampa”, la “Jefa del Trap” ¿es un alter ego?
Quizás en la primera etapa de mi carrera fue sobre todo un alter ego. Yo hablaba de una persona que en alguno de los lugares de mi mente yo quería ser, pero no me animaba, una mujer más liberada sexualmente, que podía hacer su dinero y que le importaba todo un carajo. Realmente eran más las manifestaciones de deseos, porque a mí siempre me importa mucho todo y el dinero me importa poco, siempre y cuando sea una consecuencia o un puente para llegar hacia donde necesito llegar en el arte o en mi familia. Yo creé mucho pensando en las otras, mis creaciones, más que personales, la mayoría de las veces fueron para las demás: para reclamar por nuestros espacios, para reclamar las injusticias, para poder gozar de nuestra libertad sexual, para poder ser menos juzgadas. Muchas veces creé más para los otros que hablando de Julieta. Y quizás esa es la diferencia del nuevo álbum, que es quizás Julieta hablando más de lo que rápidamente se me ocurre, como la primera capa de la mente.
Nena Trampa y toda mi música más combativa siempre fue muy pensada para las otras, para que nos sirviera. Antes yo decía “¿de qué le sirve a la gente conocerme más cuando hace falta decir tantas cosas para todas?”. Y ahora me doy cuenta de que en realidad Julieta es una persona tan común, le pasan las mismas cosas que le pasan a las otras mujeres, entonces hablar de Julieta también es hablar de todas.
¿La decisión de crear para las demás es una consecuencia de los espacios reducidos que encontraste para las mujeres en el trap y el reguetón cuando incursionaste en estos géneros?
Sí, totalmente. En mi vida en general, no solo en el trap y en el reguetón. Yo vengo de la cumbia y también era un lugar donde las mujeres tenían un solo lugar coherente, todo lo demás era un delirio y una locura. En el género urbano se me hizo mucho más difícil entender por qué estábamos tan por detrás, tan por debajo de las consideraciones. Me pasó en todos los ámbitos de la vida, ver a mis tías, a mi mamá, a las mujeres que me inspiraron, vivir un montón de injusticia sistemática. En la música, en la universidad, en muchos lugares, me tocó ver todo eso, entonces sí, siempre fue mi decisión hacer que mi música fuera como esconder una bomba concluyó Cazzu
